Parapente y paramotor

El parapente es una modalidad de vuelo libre que se desarrolla en total contacto con la Naturaleza. Su historia es muy reciente. A partir de las investigaciones de la N.A.S.A. para la búsqueda y recuperación de naves espaciales, se logró la construcción de un perfil aerodinámico que permitía desplazarse en la atmósfera.
Con el paso del tiempo se mejoró la calidad del perfil y su rendimiento de planeo con una mínima tasa de caída, es decir, la firmeza del ala parapente. Actualmente hay en el mercado equipos que permiten en condiciones favorables de vuelo, el desplazarse más de 8 m. y descender 1 m.; esto es, si hacemos el despegue desde un monte con 1.000 metros de desnivel al valle, el resultado del vuelo sería un planeo en descenso de 8 Km. Pero resulta que en la atmósfera se dan varias actividades eólicas, según los vientos, la orografía del terreno y la actividad atmosférica; podemos aprovechar al máximo sus condiciones y permanecer volando varias horas sobrevolando el despegue y viajando de valle en valle hasta que decidamos dar por terminado el vuelo con un seguro y buen aterrizaje.
Las condiciones físicas de un piloto de parapente no tienen por qué ser de un Supermán; cualquier persona que posea unas condiciones físicas saludables y pueda desplazarse por sus propios recursos (piernas) puede practicarlo. No hay contacto con el vértigo, puesto que estás sustentado por un perfil aerodinámico que planea.

El paramotor es un derivado de este deporte, el cual consiste básicamente en añadirle una propulsión mediante un motor acoplado a un arnés especial. Mediante esta propulsión el vuelo se puede comenzar desde un punto no elevado, sólo contando con una superficie adecuada libre de obstáculos para el despegue.